¿SABES QUE ES LO QUE REALMENTE SUENA CUANDO HACES CRUJIR TUS DEDOS?
Al sonarte los dedos, lo que escuchas no es el crujido de los huesos sino burbujas de gas nitrógeno.
¿Te has preguntado alguna vez por qué tus dedos hacen ese curioso
ruido cuando los crujes, como si estuvieras pisando ramas secas?.
Normalmente se suele pensar que es debido a que los huesos están fuera
de su sitio y hacen ese sonido al recolocarse porque rozan con los
otros, pero la respuesta correcta es muy diferente y mucho más curiosa.
Realmente el crujido de los dedos es debido a que entre los huesos de
las articulaciones se crean pequeñas burbujas de nitrógeno. Al apretar
los huesos entre ellos, estas burbujas explotan, produciendo ese curioso
sonido. Cuando alguien quiere hacer crujir sus nudillos (aunque también
hay personas que pueden hacer crujir todas las articulaciones de los
dedos), tiene tres maniobras básicas donde elegir:
1. Entrelazar los dedos de ambas manos y estirar los dedos hacia atrás lo máximo posible. Esta maniobra la habrán visto seguro todos por el cine o en la televisión, es la que suelen utilizar los pianistas justo antes de ponerse a tocar. En la realidad es algo que no suelen hacer casi nunca, pero bueno, ya sabemos todos la cantidad de tópicos que existen en la pequeña y gran pantalla.
2. Presionar con una mano los dedos de la otra, apretándolos hacia el interior de la mano. Esta maniobra también es muy famosa. Tanto en la televisión, como en la realidad, que alguien realice esta acción significa que está dispuesto o se dispone a entrar en una pelea y está preparando los puños (no vaya a ser que le dé un tirón al pobre).
3. Coger uno de los dedos y separarlo poco a poco de la mano. Es la menos utilizada y también la que más repelús da, todo sea dicho.
La cápsula sinovial rodea cada una de nuestras articulaciones y está formada por un líquido (líquido sinovial) con gases (CO2-Monóxido de carbono, N2-Dinitrógeno, O2-Oxígeno diatómico) que sirve para lubricar las articulaciones y así evitar el desgaste de los huesos por su roce.
1. Entrelazar los dedos de ambas manos y estirar los dedos hacia atrás lo máximo posible. Esta maniobra la habrán visto seguro todos por el cine o en la televisión, es la que suelen utilizar los pianistas justo antes de ponerse a tocar. En la realidad es algo que no suelen hacer casi nunca, pero bueno, ya sabemos todos la cantidad de tópicos que existen en la pequeña y gran pantalla.
2. Presionar con una mano los dedos de la otra, apretándolos hacia el interior de la mano. Esta maniobra también es muy famosa. Tanto en la televisión, como en la realidad, que alguien realice esta acción significa que está dispuesto o se dispone a entrar en una pelea y está preparando los puños (no vaya a ser que le dé un tirón al pobre).
3. Coger uno de los dedos y separarlo poco a poco de la mano. Es la menos utilizada y también la que más repelús da, todo sea dicho.
La cápsula sinovial rodea cada una de nuestras articulaciones y está formada por un líquido (líquido sinovial) con gases (CO2-Monóxido de carbono, N2-Dinitrógeno, O2-Oxígeno diatómico) que sirve para lubricar las articulaciones y así evitar el desgaste de los huesos por su roce.
Al presionar las articulaciones estamos aumentando el espacio entre
los huesos y el espacio de la cápsula sinovial, creando una presión que
hace salir los gases en forma de burbujas.
En el momento que las articulaciones vuelven a su estado normal hace
que las burbujas estallen emitiendo el famoso crujido. Para que se hagan
una idea, es una cosa similar a lo que ocurre al destapar una botella
de Coca Cola. Cuando la abren, la presión dentro de la botella disminuye
y los gases disueltos dentro de la bebida salen de ella.
DEDOS
Una vez que las burbujas han estallado, no podrán volver a hacer
crujir los nudillos hasta que pase un intervalo de tiempo entre 15 y 30
minutos. Ya que es el tiempo necesario para que los gases vuelven a
disolverse completamente en el líquido sinovial. Cualquier intento antes
del tiempo necesario lo único que logrará será un sonido mucho más
débil o directamente ningún sonido. (Hagan la prueba)
¿Está bien si los hacemos sonar?
Los científicos han realizado pocos estudios sobre si hacer sonar los
nudillos pueda causar artritis o dañar de alguna manera las manos.
Algunas investigaciones sugieren que se los puede hacer sonar todo lo que se quiera, sin causar osteoartritis.
Sin embargo, otros estudios indican que el tronar continuo puede dañar el tejido suave alrededor de las articulaciones, haciendo que las manos se hinchen y que se debilite la capacidad de agarre.
Sin embargo, otros estudios indican que el tronar continuo puede dañar el tejido suave alrededor de las articulaciones, haciendo que las manos se hinchen y que se debilite la capacidad de agarre.
En el 2009 el Ig Nobel de Medicina fue para un estudio en el que una
persona, Donald L. Unger, había estado 60 años crujiendo los nudillos de
una sola mano sin consecuencias perjudiciales. Como bien dicen, es un
caso puntual y no es conveniente generalizar, pero este resultado apoya a
otros estudios más serios que afirman que crujir los nudillos no tiene,
a largo plazo, algún peligro para la salud de las articulaciones.
El crujido en las articulaciones es patológico cuando se produce con
el normal movimiento de éstas y va acompañado de dolor, lo que podría
indicar una artrosis o una artritis.
Con tan poca información lo mejor es que sean prudentes y si lo hacen, que no sea muy a menudo.
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