miércoles, 17 de agosto de 2011

No solo hay que ser sino parecer

Tomado de el tiempo.com
Una ama de casa está parada frente a un estante de un supermecado. Quiere escoger el detergente más adecuado para lavar la ropa y ante la cantidad de nombres que tiene en frente, no sabe cuál elegir. Piensa un rato y se decide por aquel de caja naranja fuerte, cuyo nombre no conoce muy bien pero por algún motivo le suena bastante.

Esa elección tan simple parece libre, pero la verdad es que quienes se encargan de elaborar aquel detergente de caja naranja fuerte también se han asegurado de que la señora prefiera su producto y no otro. Saben que con una buena publicidad y con una imagen sólida, a la hora de estar frente al estante la señora no dudará en elegirlos. También saben que la imagen de dicho producto es tan importante como su misma calidad.

En el mundo de la imagen corporativa los productos no solo tienen que ser buenos sino también parecerlo. A través de los años, muchas empresas se han preocupado por tener una imagen competitiva que les permita ser los mejores en ese intrincado mundo del mercadeo.

Joan Costa es un español dedicado desde hace muchos años a estudiar el fenómeno de la imagen corporativa y dentro de sus múltiples trabajos está el de haberle cambiado la imagen al Banco de Bogotá hace ya once años. El español estuvo hace pocos días en Colombia dictando algunas conferencias sobre el tema junto con Rodrigo Fernández Neira, un colombiano que vive en México desde hace varios años y que también se ha especializado en la materia.

La marca no es solo aquello que va impreso en el membrete de las cartas sino que es el comportamiento de la empresa ante el mercado, ante la opinión pública , dice Costa quien es un convencido de la importancia de la buena imagen de un producto aunque es bastante consciente de que no es lo más importante a la hora de convencer .

Para el español, y según un estudio que hizo, lo primero que influye para el éxito de una empresa es la mejor calidad de servicio y producto , pero el siguiente punto, diferenciarse de la competencia ya se incluye un acto comunicativo importante.

Lo mismo ocurre con los puntos cuatro y cinco donde se habla de la importancia de una buena imagen de marca y de una buena imagen corporativa . En estos dos últimos factores es donde radica todo el trabajo de creación, de impresión visual, de impacto, de nombre, de publicidad. Todo ese mundo de comunicación, donde actúan juntos los diversos niveles del diseño.

Ustedes creen que en Latinoamérica realmente existe diseño propio, autóctono. O se copia mucho? Existe un boom en Latinoamérica por el diseño, por la imagen. La gente habla de comunicación visual en Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia... Y de hecho en ciudades como Bogotá se ve mucho más diseño en la calle que hace algunos años. Se ve más orden. Estamos en la era de la información.

Pero ustedes no creen que acá se confunde diseño propio con una especie de obligación de mirar nuestras raíces. De volver a lo precolombino siempre? Lo que sucede es que Europa no evolucionó de otras partes pasadas y se toma el diseño como una forma funcional de producir. Sin embargo, existe una influencia del funcionalismo y del racionalismo. En los países latinos existe una cultura antepasada muy marcada, pero en Colombia ya se ha superado todo eso y se puede hablar de diseño propio sin tener que remitirse necesariamente a un cultura indígena, precolombina.

Cómo es el proceso de un cambio de imagen de una empresa? Ante todo un cambio de imagen en una empresa tiene que ser justificado porque de lo contrario puede llegar a ser hasta contraproducente. Hay que pensar que cuando se cambia algo se puede relacionar con crisis interna.

La renovación de la imagen corresponde a una renovación hacia el exterior, a una imagen real. Y para empezar debe haber cambio interno justificado. Es una especie de maquillaje pero detrás de eso debe haber algo muy real.

Y que papel juega el diseño acá? El diseño no es un gasto, ni un lujo. Es una buena forma de abaratar los gastos, de hacer el producto más atractivo. También es un buen instrumento para la producción y para economizar en empaques y transporte.

Qué tan necesaria es la publicidad para un cambio de estos? La publicidad debe ser solo el vehículo de difusión pero debe haber colaboración de varias fuerzas. Si es demasiado buena también se puede caer en un olvido del producto. No hay que crear falsas expectativas porque eso ha logrado que cada vez la gente crea menos en lo que dice la publicidad.

Cómo se puede evaluar lo que vale una imagen? El valor de la imagen es esa diferencia de más que se está dispuesto a pagar por un producto igual a otro.

Publicación
eltiempo.com
Sección
Vida de hoy
Fecha de publicación
7 de junio de 1995
Autor
MARIA DEL PILAR LUNA C.

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