César Rodríguez, Presidente de la Comisión Especial Ocasional de Educación, conjuntamente con los miembros de la Comisión, informaron que, una vez aprobado y presentado el adéndum a la Ley de Educación Intercultural, este cuerpo normativo está listo para ser sometido a segundo y definitivo debate.
El adéndum señala modificaciones específicas al articulado en el tema de Educación Intercultural Bilingüe, las cuales fueron socializadas y debatidas con los pueblos, nacionalidades y organizaciones indígenas en seis foros regionales, un foro nacional y posteriormente en la Comisión. A los foros asistieron unas cuatro mil personas entre dirigentes, docentes, padres, madres, niños y niñas, y todos los actores del sistema de Educación Bilingüe Intercultural.
16 artículos del título cuarto de la Ley fueron observados durante este proceso de consulta. 24 observaciones fueron debidamente sistematizadas y sustentadas por el equipo técnico de la comisión. De ellas, 19 observaciones fueron incorporadas, lo que significa que se recogió un 77% de los aportes de los pueblos y nacionalidades.
“Hemos logrado importantes avances en la Ley con respecto a la transversalización de la interculturalidad en la educación”, señaló Rodríguez. El principal y único disenso con la propuesta de las organizaciones y nacionalidades indígenas radica en la autonomía del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe. Las organizaciones demandaban la creación de una Secretaría de Educación Bilingüe independiente del sistema de educación general, es decir, un ministerio paralelo, una unidad con autonomía técnica, administrativa y financiera, lo cual no se compadece ni con el carácter constitucional transversal de la interculturalidad ni con el principio constitucional de Unidad en la diversidad.
La Ley de Educación Intercultural propone la transversalización de la interculturalidad en todo el sistema de educación al tiempo que reconoce y fortalece la educación bilingüe en una propuesta vanguardista y revolucionaria.
“Los cambios revolucionarios generan discrepancias, porque o no se quieren asumir los retos propuestos, o porque esos retos afectan intereses de grupos políticos o corporativos -señaló César Rodríguez-. El nuevo reto es enorme: trabajar para construir, desde la educación como pilar y fundamento de la Revolución, el Ecuador plurinacional e intercultural definido en la Constitución. Este desafío requiere compromiso y madurez política para asumir la unidad en la diversidad de la sociedad ecuatoriana”.
“Presentamos al país una Ley Orgánica de Educación Intercultural construida en consenso, con participación democrática y permanente de todos los actores del sistema; una Ley socializada en tres tiempos distintos: en 6 foros especializados temáticos; en los foros con el movimiento indígena; a lo largo de todas y cada una de las sesiones de la mesa, que han sido de absoluta y permanente participación. Esta Ley no tiene vacíos, no tiene contradicciones, no tiene amparos ni desamparos. No hay un sólo actor del sistema educativo que no haya sido recibido o que no esté considerado por la Ley. Ahora, la pelea es política: ¿queremos acaso, no uno, sino 16 sistemas de educación, uno para cada nacionalidad, uno para el pueblo afroecuatoriano y uno para el pueblo montubio? nuestra respuesta es no. Necesitamos un sistema de educación en el que la interculturalidad sea un eje transversal; en el que la calidad sea una responsabilidad susceptible, exigible y efectiva; y en el que el Sistema de Educación Bilingüe constituye el motor de la reproducción sociocultural de los pueblos y nacionalidades en el marco del Estado
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